La Cueva de la Ramera es una cavidad de origen kárstico de grandes dimensiones, situada en los escarpes de la margen izquierda del río Guadiela, un fascinante destino que permite a los visitantes adentrarse en las profundidades geológicas de la Serranía de Cuenca.
La cueva es accesible a través de una escalera de 20 metros de altura, siempre bajo el acompañamiento de un guía. La Cueva de la Ramera destaca por sus espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas, que han crecido a lo largo de millones de años, formando un entorno mágico y lleno de misterio. Con un recorrido superior a los 1.400 metros, la cueva alberga salas con impresionantes formaciones geológicas, entre las que destacan los grandes gours (pozas naturales de agua), columnas, y curiosas formaciones en capas conocidas como milhojas.
Esta cavidad no solo es importante por su belleza geológica, sino también por su relevancia histórica y cultural ya que la Cueva de la Ramera fue ocupada desde el Neolítico. Durante el siglo XX, fue utilizada como refugio para el ganado, esto puede sorprender porque el acceso a la cueva es complicado, pero hasta hace unos años existía un acceso por una cornisa que quedó inutilizado tras un desprendimiento.
Además de su interés arqueológico y geológico, la cueva cuenta con un ecosistema singular que ha adaptado sus formas de vida a la oscuridad y humedad constante, destacándose especies de invertebrados y microorganismos propios de ambientes subterráneos.