Priego, situado en la Alcarria conquense a tan solo 32 kilómetros de Beteta, es un destino que combina a la perfección naturaleza, patrimonio y tradición. Este pintoresco pueblo se sorprende al visitante con rincones de gran belleza como el Estrecho de Priego, un desfiladero labrado por el río Escabas que ofrece espectaculares vistas y posibilidades para los deportes de aventura. En el corazón del casco urbano se encuentra la Plaza de los Condes de Priego, de gran elegancia y valor histórico que refleja la importancia señorial que tuvo la localidad. Priego es además conocido por su arraigada tradición alfarera, cuyos talleres siguen activos y permiten al visitante conocer de cerca este oficio ancestral, con piezas únicas que forman parte del alma del pueblo. A todo ello se suma una interesante arquitectura religiosa, como la iglesia de San Nicolás de Bari y el Convento de San Miguel de las Victorias.
